PATIO TRASERO

Una relación simbiótica tienen, unos son espaldas mojadas y otros white trash; se necesitan pero se detestan, los del sur hacen el trabajo sucio que los del norte no quieren realizar; vienen de dos mundos para vivir vecinos en el nuevo, anglosajones protestantes de un lado e hispanos cristianos de otro; con sus tradiciones estos sureños arriban y con oficio estos norteños los reciben, sin embargo, este noviazgo no es igualitario, uno impone sus deseos y dirige las directrices del otro, siendo aquel indígena mucho más pobre y desorganizado que ese caucásico. Desde el inicio de ambas naciones siempre han tenido la misma forma de relacionarse, los gringos demandan y los charros obedecen: A comienzos del siglo XIX los presidentes estadounidenses ofrecieron sustanciales sumas por la venta de Texas, a lo que el pueblo azteca accedió previa guerra y consiguiente derrota, de esta manera los Estados Unidos Mexicanos perdieron más del 50% de su territorio a favor de los otros estados unidos; siglo después durante la época de la prohibición, el alcohol pasaba por la frontera para sacarle la vuelta a la ley seca o los americanos cruzaban el border directo al burdel; en plena segunda confrontación mundial los nuevos aliados le pidieron a los mejicanos que cultiven amapola, para producir morfina para la tropa, pues en su territorio no era posible; otro contrabando que ha asolado dicha región es el tráfico de drogas, estas van mientras armas regresan. Demandan tierra y se lo dan, demandan drogas y se lo dan, demandan mano de obra y se lo dan.
EE.UU. apetece y México acata.