Thomas Paine, inglés de nacimiento, americano por adopción y francés por decreto, tenía una forma de comunicar entendible para el común denominador, además razonaba como el ordinario promedio y su lengua era incisiva; ya lo había demostrado como profeta de la independencia gringa, un hombre que encendía pasiones. Cuando llegó a Francia fue recibido literalmente con una ovación, sin hablar su idioma fue elegido miembro de la Convención Nacional de la nueva república francesa, entre otras cosas gracias a su libro Rights of Man; de corte antimonárquico defendió los ideales revolucionarios y por eso fue condenado en ausencia a la horca en su tierra natal de libelo sedicioso, irónicamente durante el reinado del Terror de Robespierre casi fue guillotinado; durante ese cautiverio creyó que el presidente estadounidense, al cual había ayudado tanto, lo había abandonado y quedó resentido para siempre; le escribió una carta pública a Washington en la cual lo acusaba de hipócrita, le decía que el mundo juzgaría sus acciones, si había dejado los buenos principios o si alguna vez tuvo alguno. Años después, libre al fin, conoce a Bonaparte que clama dormir con una copia de Rights of Man bajo su almohada, además solía confesar que deberían construirle una estatua de oro en todas las ciudades; cuando empezó a darse cuenta que el chato se iba a la dictadura lo condenó, y para el momento de la coronación ya lo estaba despotricando, calificándolo como el mayor charlatán que jamás haya existido. Estuvo donde las papas quemaban, sin escatimar en ofensas a la hora de ser consecuente con sus ideas.“El que no se atreve a ofender no puede ser honesto”
Thomas Paine
Thomas Paine
8 EXPRÉSATE:
Gracias por recordámelo B.U. un muy buen post que nos deja pensando.
"Un buen maestro es más útil que un centenar de sacerdotes."
Un grosso don Paine.
Suerte.
Alguna vez que otra se nos olvida ofender.... honesta entrada.
Se aplauden hombres de este tipo, que sean congruentes con lo que piensan y no tienen empacho en señalar lo que está mal, es una lástima que haya vivido resentido con el presidente de estados unidos de su época, quizá con ello habría tenido una suerte distinta.
Saludos...
(De la ternura de los lobos).
Su continuo caminar en busca de los otros es, en realidad, una búsqueda de ellos mismos; frente a la dureza de las circunstancias.
... Estas mismas circunstancias...pueden despertar en cada ser, su instinto de ternura o de bestialidad.
El ser humano con sus palabras... puede ser el más feroz animal....
No hay que confundir sinceridad con crueldad.
Besos llenos de cariño para ti.
mar
No se ofende con la verdad a quien de corazón recibe las palabras sin ver erosion o maldad en otro, aún sabiendo que se puede ser herido o herir.
Un buen post, bikiño...devuelvo la visita por mi ventana, y sin duda volveré con placer y sin prisas.
El poder decir de frente lo que pensamos sería más de una vez un desahogo para todos y una demostración de que seguimos siendo una raza inteligente.
Buen post amigo
Un placer descubrir tu blog y seguire visitandote
Buenas basurero,
Lo primero gracias por tu visita a mi blog...
Es cierto que si decimos siempre lo que pensamos y creemos seremos honestos con nosotros mismos primero y luego con los demás.
Tb es cierto que si decimos siempre lo que creemos no gustaremos a todos, es imposible, con lo cual ofenderemos.
Por otro lado, si ofendemos y sólo en el supuesto que no haya sido esa nuestra única intención, faltaríamos a nuestra honestidad porque nuestro fin se ha entremezclado con con reacciones de los demás, quedando el objeto exento de pureza y honestidad al verse corrompido por la forma.
Opto por cuidar la forma...llega más lejos...eso sí sin renunciar al objeto por el que se lucha o se defiende.
besos,
Es inevitable la ofensa, al mismo tiempo que es inevitable sentirse ofendido en algún momento.
Si no ofendes, nunca serás honesto.
Si no te ofenden, jamás conocerás la sinceridad de tu adulador.
Besos!!!
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