LA DICTADURA MÁS DEMOCRÁTICA

En el nacimiento de la nación estadounidense hubo una disyuntiva por el método para elegir presidente, recién independizados algunos abogaban por el voto vulgar directo, otros desconfiando de la masa ignorante preferían que el congreso se encargue; al final llegaron a un acuerdo, que el pueblo vote para designar electores y estos a su vez escogerían presidente; de esta manera y desde un principio aparece el Colegio Electoral, ejemplo de una elección indirecta, donde la influencia popular tiene peso pero la decisión final recae en las manos de este grupo, que en teoría son más sabios que el vulgo. Luego, con el paso del tiempo se fue gestando el sistema de dos partidos, primero entre federalistas y republicanos demócratas; estos últimos devendrán en el actual Partido Demócrata fundado por el héroe de guerra Andrew Jackson, sus opositores crearían el Partido Whig, precursor del actual Partido Republicano, y así el despotismo bipartidista quedó consolidado. En teoría cualquiera puede postular a la presidencia pero en la práctica no, o estás con unos o estás con otros; asnos o elefantes, cualquier otro animal queda relegado; te decides por azul o rojo, no hay más colores, entre ambos se pinponean el derecho a regir; el populorum extasiado por la fiesta electoral se ilusiona, acude a las urnas para realizar su deber democrático, aunque no importa la opción a tomar porque es la misma, la gente de poder.