Considerado en todo momento antipapa, arribó a la silla de San Pedro en dos oportunidades. Primera vez: Juan XIII, hijo de Teodora la Joven y sobrino de Marozia, sustituyó al interfecto León VIII pero el populorum todavía prefería al exiliado Benedicto V, a raíz de su gran erudición fue apodado Grammaticus; entonces se provocaron disturbios, cosa que llamó la atención (como era obvio) del emperador Otón I; este residió en Roma casi 6 años nombrando prefecto de dicha ciudad a Crescencio I, otro hijo de Teodora. Al fallecer Juan XIII le sucedió Benedicto VI, a 2 meses de su elección murió su benefactor Otón I en 973 y al año siguiente el hermano del finado papa (supo sacar provecho) inició una insurrección para remover al papa regente, Crescencio I ofreció el pastoreo del rebaño de Cristo (no se con que autoridad) al cardenal Francone Ferruchi quien abrazó el nombre de Bonifacio VII y que como primera medida dispuso el estrangulamiento de Benedicto VI; evitando así cualquier posible restitución por parte del representante del cadavérico emperador, Sicco di Spoleto, quien demoró 6 semanas en arribar a Roma, tiempo que duró su primer papado. Bonifacio VII fugó a Constantinopla con todo el dinero que pudo hurtar de las reservas pontificias (supo sacar provecho) se rumorea que haya violado a una niña en su huida. Segunda vez: Benedicto VII fue promovido por el representante del nuevo emperador Otón II e inmediatamente descomulgó al antipapa refugiado, murió en 983 y su sucesor Juan XIV fue aprobado por el propio emperador, quien moriría a los pocos días siendo sucedido por su hijo de 3 años Otón III (situación más favorable no podía haber) dadas las circunstancias Bonifacio VII regresó a Roma y junto con la complicidad de Crescencio II y su padre, que moriría al poco tiempo, reemprenden lo que comenzaron 10 años atrás y que como primera medida disponen el encarcelamiento de Juan XIV que sería dejado boquear de hambre, hay indicios también que sugieren un óbito por emponzoñamiento. Usurpador, asesino de 2 papas, ladrón y posible violador; toda una joyita. Bonifacio VII se las trajo, terminó asesinado no se sabe por quién (pudo haber sido cualquiera) su cadáver mutilado y desnudo fue arrastrado por calles romanas para acabar como fiambre de perros, a la mañana siguiente algunos clérigos se apiadaron de lo que quedaba de él y le dieron cristiana sepultura. El sabio Silvestre II, el papa del milenio, lo llamó: “… un hombre monstruoso que sobrepasó a todo mortal en su maldad.”
Pecar es humano; perdonar, divino.
Pecar es humano; perdonar, divino.
8 EXPRÉSATE:
Tus posts, siempre ilustrativos amigo. Interesantes.
Un gusto leerte.
Hasta pronto amigo.
realmente.. tampoco se si quiero que se vayan.
:) unbesooo!
Gracias por tu visita y el comentario dejado en mi blog.
Un saludo.
interesante como siempre.
Bueno el vaticano , ha albergado siempre a "joyitas" de todo quilate!!
tanto antes como ahora!
Hola, vengo a agradecerte tu visita y el comentario dejado en mi espacio. Veo que tienes un blog muy interesante donde se puede aprender mucho. Seguiré echando un vistazo por aqui
Un cordial saludo
Vengo a desearte un feliz domingo
un abrazo
Marina
"Pecar és humano; perdonar divino"... Siempre y cuando consideremos que hay un Dios que pone leyes que dictan lo bueno y lo malo. Sin eso el pecar y el perdonar no tienen sentido, o no!?
¡Menudas joyitas las que han habido!!
buenos tus posts, muy ilustrativos.
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