EL ESFUERZO NECESARIO

No es ni el mínimo, ni el máximo; es el esfuerzo necesario. Es la cuota justa de empeño que se necesita, se podría dar más pero no es requerido; sin embargo, la sociedad dice: “Te estás desperdiciando” o “estás despilfarrando tu potencial”, el no ofrecer todo lo que se podría y conformarse con lo que no es ni peor ni mejor se conoce socialmente como mediocridad.
No es ni el mínimo, ni el máximo; es el esfuerzo necesario, una combinación de ambos. Es un uso adecuado de las fuerzas; porque dar todo de uno siempre es absurdo, eso cansa, hay que saber guardar energías para ser constante; saber cuando dar el impulso final, ninguna guerra se gana sin refuerzos. Ser consciente de reconocer momentos oportunos para otorgar el mayor aliento o simplemente no proporcionar tesón cualquiera, no siempre se acelera, a veces despacio también se avanza.
No es ni el mínimo, ni el máximo; es el esfuerzo necesario, una combinación de ambos que está determinada por la exigencia. Es proporcional al nivel o a la demanda que se le pida, cuanto mayor sea esta, mayor será el otro; a menor requerimiento, menor sudor. En última instancia la exigencia viene de uno al igual que el esfuerzo, nadie va estar siempre detrás de uno diciéndole que hacer.