En un monstruoso insecto se convirtió el viajante de comercio Gregorio Samsa, recubierto de un caparazón y de panza callosa, la tonalidad de su color era oscura, tenía innumerables patas delgadas y podía hablar; a modo de síntesis un corto esbozo del monstruoso insecto que perturbó a Frank K. Una de las pocas obras que publicó en vida fue su inigualable La Metamorfosis (1915), en menos de una década después fenecería sin pena ni gloria en un sanatorio lejos de su natal Praga; resulta que un día su editor le presentó una tentativa carátula del libro dónde salía dibujado un insecto y el título de la obra, Frank K. se enfureció igual que su padre, no se puede dar una imagen del monstruoso insecto pues esta va condicionar al lector y ya no va poder hacer despegar la imaginación de este.
Una imagen dice más que mil palabras; sin embargo, mil palabras hacen tantas imágenes como personas que las lean.
Una imagen dice más que mil palabras; sin embargo, mil palabras hacen tantas imágenes como personas que las lean.
1 EXPRÉSATE:
Es verdad, a Kafka no le gustó ni medio, pero creo que su obra fue tan grandiosa que se le escapó de las manos...
La última frase del post, para aplaudir de pie.
BESOS MUCHOS.
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