Cuando se descubre América, en Europa corrían los vientos renacentistas, se respiraba humanismo por el ambiente, el hombre centraba la atención hacia él mismo; lo clásico era revitalizado, la gente volvía por lo vintage. Sin embargo, el Nuevo Mundo no fue la oportunidad para conocer una nueva cultura, en la visión renacentista del hombre del siglo XVI se interpusieron unos metales brillantes. Capitanes, oficiales y marineros animaban a sus familiares a acompañarlos; vengan a estas nuevas tierras, enriquézcanse con nosotros, todos juntos. Esta retorcida afición por plata y oro no era privilegio sólo de los ibéricos, todos los europeos, cualquier cristiano en general (la mención a los judíos ya no es necesaria) padecía esta condición; cuando las primeras noticias del descubrimiento del Perú asaltaron el Viejo Mundo juntos todos ellos entraron en trance, las relaciones que circulaban en 1534 en lenguas francesa, italiana y germana hacían brotar en todos estos hombres del Renacimiento su avaricia; describían al Perú como una región donde el oro fluía, exaltaban la pompa incaica y se regodeaban enumerando los fabulosos bienes encontrados.
¿Qué fue de la Europa renacentista? ¿No que la cultura y el arte? El oro, ese metal, transmutó en la medida de todas las cosas y el antropocentrismo doctrina en desuso fue.
1 EXPRÉSATE:
Metales x Cultura!
La cultura que aportará dinero!
Beso!
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