LOS MITOS TIENEN MUCHO DE VERDAD

Esta es la historia de cómo los fenicios, grandes comerciantes y magníficos navegantes, influyeron en la Grecia Antigua.
Agenor, monarca y fundador de Tiro, tenía únicamente una hija, Europa; esta fue raptada por un toro, después se conocería que la personificación de este era Zeus, rey de dioses y de amplia mirada; el padre consternado la manda buscar, aquí aparece el héroe de la historia, el encargado de dicha misión fue Cadmos, uno de sus hijos; dos de sus hermanos lo acompañaron (Thasos y Cílix) y el otro representa la idea del país de Canaán (Fénix) que permanece. Thasos es identificado con las islas de Tracia, hoy frontera greco-turca; y Cílix, con la zona de Cilicia, hoy frontera turca-siria; Cadmos acabó fundando una gran ciudad en la Magna Grecia, Tebas, también fue el que les introdujo el alfabeto a los griegos, no es poca cosa. El culto al toro es ampliamente reconocido como patrimonio minoico, los fenicios se lanzan a expandir su comercio al Mediterráneo para quitarles mercado a sus competidores, también navegantes, también comerciantes, los cretenses. Nunca se sabe que pasa con su hermana, tampoco importa, él termina casado con Harmonía, fruto de la relación Afrodita-Ares, este dato es importante; pues los fenicios son ampliamente identificados por su culto a Astarté, diosa lujuriosa. Si no están convencidos del influjo tirense en los aqueos les doy este dato: Cadmos se unió con una hija de dioses y para su boda fueron, nada más ni nada menos, los Doce Olímpicos, y no creo que vayan a la recepción de un cualquiera. ¿Irían a la tuya?