UNCOMMON VISION IN A COMMON WORLD

Llevaba la sangre germana en sus venas, el suelo norteamericano bajo sus pies y la formación protestante entre sus ideas; era el algoritmo del éxito ya que fundó una de las compañías alimenticias más exitosas en el mundo, no por nada se ganó el sobrenombre de Pickle King. Su principal cualidad era que veía las cosas de manera distinta, alguien poco común; le dio a Heinz Company un slogan memorable, “57 varieties”, en realidad producía mayor variedad pero le gustaba como sonaba ese número; en una plaza sin explotar sus productos se distinguieron y así creó una marca de primera calidad, fue el primero en usar envases transparentes para que el consumidor sepa que compra, además de impulsar leyes a favor de regulaciones sanitarias inexistentes para ese entonces; su innovación llegaba hasta en el trato a sus empleados, mantenía un contacto personal con su fuerza laboral, fidelizándola as well; nunca una huelga hubo, todas las mañanas sus trabajadoras se hacían una manicure para llevar un proceso más limpio, confiado en la limpieza de sus instalaciones inventó el concepto de factory tour; incluso su promoción fue inusual para la época, introdujo un pickle pin en el Chicago World’s Fair, siendo la sensación de la feria y la pieza promocional más popular; también instaló el primer letrero eléctrico en Madison Square e hizo otro de concreto en las colinas de California, al menos lograba que la gente hablara. Su reconocimiento es sabido, su secreto fue singular.

“To do a common thing uncommonly well brings success”
Henry John Heinz