LOCAL IDEA IN A GLOBAL MARKET

Descendiente de inmigrantes alemanes en el país de las oportunidades, en aquellas épocas aquellos que venían de otros lares eran recibidos por una estatua de la libertad y no con una cadena de la sumisión como hoy en día; emprendedor desde espermatozoide pues fue el primero de ocho hijos, niño aún y ya era un vendedor nato, vendiendo los encurtidos de mamá; adolescente aún y ya ganaba su propio dinero, comercializando su propio adobo; joven aún y ya tenía una producción significativa, formalizándola en su primera empresa. Sus padres lo querían preacher pero terminó entrepreneur, sufrió las consecuencias de seguir su propio camino y acabó en la bancarrota con la subsiguiente depresión; sin embargo, esto no lo detuvo, la tenía clara ya que entre millones quería revolcarse; ansiaba salir adelante aunque eso no es suficiente, uno no construye un imperio a base de sueños sino a punta de trabajo. El destino siempre da segundas oportunidades, esta vez estaba dispuesto a no parar hasta conquistar el mundo; al comienzo amplió su gama de productos, después hizo lo mismo con su mercado; tenía la voluntad de hierro, la fuerza de una marca y la calidad de su mercancía como para no verse limitado; sus ansias sobrepasaron los límites y sus esfuerzos lo empujaron más allá de estos, no se quedó corto y llevó su compañía Heinz Company a nivel mundial, reconocida principalmente por su ketchup.

“Heart power is less than horse power”
Henry John Heinz