¡OH BROTHER!

“Don’t be evil”
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Nuestro gran hermano es él, siempre nos está dando un ojo porque se preocupa por nosotros y nos cuida; como hermano mayor nos cobija en su seno aunque sea menor que nosotros, siempre complaciéndonos con nuestros gustitos y demás carajadas que se nos provocan. Nuestro hermano es muy eficiente, resuelve nuestras interrogantes siempre que pueda; por medio de la magia de los algoritmos nos brinda varios resultados relevantes, el truco siempre está cambiando por eso es indescifrable pero el desenlace final no varia, respuestas a nuestras preguntas. Como es gratis todo queda en familia y no sólo nos ofrece un servicio sino múltiples y siempre en aumento, nuestro hermano nos mima a cada rato con la innovación; siempre nos mantiene entretenidos con estos nuevos gadgets, cada nuevo artilugio demanda de nosotros tiempo; y sin coste alguno te paseas por la Luna, o visitas la Torre Eiffel a medianoche, o encuentras algún libro inaccesible en cualquier librería o biblioteca, o traduces lo que no entiendas, o te distrae con videos o correos electrónicos. A cambio nuestro hermano se inmiscuye en nuestros asuntos, nos despojamos de nuestra privacidad para poder acceder a este mundo de posibilidades gratuitas y divertidas; nuestro hermano está al tanto de nuestros gustos y disgustos, sabe que nos da miedo o que nos causa alegría; y su poder no radica en toda la información que pueda almacenar sino en la que pueda obtener de nosotros, este conocimiento de sus pequeños hermanos le permite ganar millones en publicidad teledirigida, le llega a quien le tiene que llegar; al parecer su interés por malcriarnos y engreírnos no era tan desinteresado.