LA SECTA DEL PERRO: CRATES

Fue uno de los discípulos más consagrados de Diógenes, el perro celestial, nacido en Tebas, aquella fundada por el héroe fenicio Cadmos; según cuentan algunos, otros cuentan otra cosa y unos otros cuentan más: Sintiéndose atraído a la filosofía cínica vendió sus propiedades, cabe destacar que Crates era una persona muy pudiente y de una notable posición, sus familiares a menudo se acercaban a él para persuadirlo que desista en su accionar pero él los ahuyentaba con un palo; su maestro le aconsejó que dejara su hacienda como pasto para rebaños y lo que le quedara de dinero lo arrojara al mar, al parecer no le hizo mucho caso pues lo remató todo y una gran parte de sus ganancias la regaló entre sus conciudadanos; el resto lo confió a un banquero con instrucciones claras para que se lo entregue a sus hijos si salían corrientes, y si terminaban filósofos que lo reparta entre el pueblo; y así se volvió el perro filántropo, conocido como “El abrepuertas” porque entraba a cualquier casa y se ponía a dar consejos a sus habitantes. Alejandro Magno llevó su ciudad natal a las cenizas y subastó a los residentes, ya que eran muy rebeldes; cuando se encontraron en Atenas, este le preguntó si quería que reconstruyera su patria a lo que Crates respondió: “¿Qué más da? Probablemente otro la arrasará de nuevo”.