LOS MONOTEÍSTAS MÁS POLITEÍSTAS

Los hebreos eran el baluarte de la monomanía a un único dios, hasta que apareció la cristiandad cuyo pregón era monótono también; tiempo después mahometanos se unieron a la monodivinidad. Los cristianos germinan en suelo judío; de madre virgen, padre divino y padrastro carpintero nace el salvador del pueblo de Dios; hubo una dicotomía en la comunidad monoteísta, algunos le creyeron, otros lo tildaron de charlatán y continúan esperando. Tras prolongado padecimiento es asesinado Cristo, sus seguidores en lo futuro esparcirán su discurso para guardar memoria; como los semitas no querían saber nada de esta ala facciosa, volcaron todo su empeño en convencer a los demás, el politeísmo. Y para esto necesitaron meterse en su psique: El tres (3) simbolizaba la pluralidad, no el dos, este era dualidad; así pensaban los antiguos, por eso la tríada era sagrada, las principales divinidades sea quien sea el creyente estaban englobadas en un múltiplo de tres (12). Primero estaba el dios absoluto que adoraban, luego emergió su primogénito que por tener ascendencia celestial también debería ser reverenciado, y finalmente entró en escena el espíritu santo; honestamente no sé de dónde lo sacaron pero era necesario para formar la trinidad santísima, junto a padre e hijo, la estrategia triádica cristiana que se hace pasar por una sola divinidad; además para que la transición no sea tan traumática, lo maquillaron con doce apóstoles, este número encarnaba de manera disimulada los ideales politeístas. No es fácil pasar de una amplia gama de dioses a tan sólo “uno”, una santísima trinidad por aquí, unos doce apóstoles por ahí y sin darte cuenta ya eres mono.