CLEMENTE VI (1342-1352)

Benedicto XII luchó contra el nepotismo y la simonía. Su sucesor, Clemente VI, dio por acabada dicha lucha y se unió al enemigo; parcial a los intereses franceses, los apoyó; después de ser coronado compró la ciudad de Avignon por una suma demasiado considerable a la reina Juana de Nápoles pero le metió cabeza y no le pagó, luego adujo que la absolución agraciada a su majestad por haber asesinado a su esposo era suficiente pago, así que no le debía nada; su proclividad a las bellas artes lo coaccionó a recaudar dinero, a cualquier costo, para mantener su afición de mecenas de artistas; entre los cuales figuraba el semblante del poeta Francisco Petrarca, en 1328 fue excomulgado el filósofo navajero Guillermo de Ockham pero no por siempre pues fue perdonado por Clemente VI a cambio de una retracción oral que bastó. El favoritismo saturó sus acciones, nombraba cardenales a parientes suyos (uno de esos favorecidos fue su sobrino, Pierre Roger de Beaufort, en su futuro se atisba el sitial de San Pedro con el apelativo de Gregorio XI) o a cualquiera que pidiera la corona francesa, posiblemente engendró cinco hijos entre prostitutas y amantes con las cuales solía pasar las frías noches de Avignon. Una oleada de la peste negra acaeció durante su estancia pontificia, vio surgir a los flagelantes quienes creían que recreando la penitencia de la pasión de Cristo se salvarían de la peste bubónica; estos fanáticos fueron imputados herejes por Clemente VI de quien se ignora cómo aconteció su fin.
Pecar es humano; perdonar, divino.

1 EXPRÉSATE:

Clara

Chocante historia... los "señores" de aquella época, no eran tan señores, ¿no es así? Cuestión de revisar los hechos nomás.

 
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