Rodeábanla abundante vegetación, la piedra entre hermosas flores se hallaba; disfrutaba de paz y silencio, nada más que tranquilidad padecía la solitaria piedra. Desde un lugar elevado contemplaba un camino lleno de sus hermanas, amontonadas unas sobre otras todas se apretujaban; entróle un deseo furibundo de dejarse caer sobre ellas, no concebía habitar entre hierbas y plantas ya que en medio de las suyas se veía o al menos creía que ahí pertenecía. Así pues cayó y en compañía de sus iguales se halló, no pasó mucho tiempo para percatarse en el tremendo error que había caído; pisoteada por todo tipo de bestias, humillada a los pies de animales, aplastada por las ruedas de carros; la pobre piedra terminó revolcada en el fango y cubierta de estiércol, dirigía su taciturna mirada al lugar que una vez la había acogido y finalmente anhelaba su antigua calma.
El logos dice que del campo a la ciudad sólo mierda os espera.
El logos dice que del campo a la ciudad sólo mierda os espera.
2 EXPRÉSATE:
Yo con árboles frustados y tú con piedras en el camino. Genial entrada, amigo.
Muchas gracias por tu sinceridad. A mí me gusta más el círculos cerrados (será porque es el primero, el otro blog no me supone esfuerzo mantenerlo). Pero voy a tener que dosificar las historias en cuánto datos. A lo mejor introducir algo de Historia real que se relacione algo, para luego desarrolllar las historietas del Capitán. No sé, en ello ando. Renovarse o morir. Moverse o convertirse en piedra.
El campo, con tanta tranquiladad, hermosos paisajes y noches estrelladas debe ser un invento divino; la cuidad tiene que ser cosa del hombre, seguro. Saludos desde Petardylandia.
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