KEPLER, OTRO BÁVARO LUTERANO

La vida del astrónomo errante estuvo exenta de facilidades, influenciado por la doctrina luterana desde la familia; su madre, acusada de brujería por herbalista y su padre, un mercenario que nada más entendía en batallar, fueron los referentes a seguir, de joven fue muy débil y en el transcurso de su vida las enfermedades nunca lo abandonaron; sin que nadie se enterase se le enseñó la teoría copernicana, desde entonces defendió a capa y espada el heliocentrismo en el anonimato porque dictaba clases en las cuales no creía, además era muy acertado en sus predicciones astrológicas, según Kepler, harto sentido común. Reputado por sus tres leyes, también es reconocido por haberle dado a la ficción un carácter científico con su novela Somnium: La trama se sitúa a comienzos del siglo XVII con el autor inserto en la historia, agotado de leer crónicas antiguas, abraza a Morfeo; como hace referencia el título de la obra, en sueños compra un libro exótico en la célebre feria de Frankfurt. El raro ejemplar narra sobre un islandés de nombre Duracoto, protagonista de este singular trayecto, primero se dirige a estudiar con el famoso Tycho Brahe, tiempo después regresa a casa y se encuentra con la sua madre; a ella le vale madre las grandes enseñanzas del gran astrónomo danés sobre la Luna, le ofrece a su hijo llevarlo ahí por medio de unos demonios. Como muchas otras ficciones antes (Luciano y su obra Historia verdadera, y Plutarco con La cara que aparece en el disco de la Luna) Johannes aparte de dar este peculiar relato proporciona unas notas aclaratorias de sepa científica, dónde describe la geografía lunar o selenografía, brinda una visión de cómo se ve la Tierra, versa sobre sus habitantes y la sua naturaleza; publicado póstumamente en latín, así que nadie lo leyó. Johannes Kepler, padre de la ciencia ficción.