DE TAL PALO TAL ASTILLA

Con maestros como estos sólo gloria os espera.
El creador del helenismo, Alejandro Magno, estuvo influenciado por magníficas epopeyas; Aquiles era su modelo a emular, en sus hazañas se veía representado como orgulloso sucesor de tan insigne linaje. Muy curioso desde corta edad, solía interrogar con minuciosidad sobre sus pueblos y costumbres a los embajadores persas; cumplido once años su padre, Filipo II, le escribe una carta al más versado pensador de sus tiempos rogándole que lo instruya, agradecido porque su hijo haya nacido en la misma época del gran Aristóteles. De todos los que aprendieron de él fue el mejor peripatético y el único que logró superarlo, mientras que el sabio consideraba incivilizados o esclavos a los bárbaros o extranjeros, todos los que se encontraban fuera del mundo griego; su discípulo más ilustre le hizo una dura crítica al mezclar pueblos, culturas y costumbres; se casó con descendientes de bárbaros, se vistió con extraños ropajes, sacrificó a todos los dioses y se untó de idiosincrasia local. Aristóteles no concebía juntar gente libre, herederos de grandes semidioses y héroes épicos, con esa gente de pobre estirpe; en cambio Alejandro dio la apertura para la globalización de ese entonces, el helenismo.

"El hombre que supo conquistar el mundo con el pensamiento educó al que había de conquistarlo con la espada"
J. G. Droysen