SUERTE CHITA

El mundo es salvaje pero lugar que el hombre pisa se convierte en civilizado, lo humano pasa a sobreponerse a la salvajada.
Uno de los animales predilectos de los safaris africanos es el chita, este veloz felino se está yendo rápidamente a la extinción; aunque sea un animal destinado a desaparecer, el ser humano también lleva culpa. Mientras vivían con los negros no hubo problema, hasta que llegó el hombre blanco con sus armas de fuego y su harto tiempo libre, los mataban, los capturaban, se vestían con ellos, los diezmaron; sin embargo, pervivió esa época un grupo notablemente reducido, de 100.000 pasaron a 15.000 en un siglo. Ahora no les disparan balas sino flash, los turistas se enloquecen al ver a esta escasa criatura, bella y estilizada; cuando encuentran una onza africana, llegan con todos sus carros, su bullicio, su hedor y su presencia; ese día el guepardo no va alimentarse, todos saben dónde está, el factor sorpresa se perdió, al vivir en la sabana se encuentran a vista de todos y para colmo arrastran un séquito de cámaras, luces y música. Este presto gato se encontraba en tres continentes, en América del Norte ya fracasaron en batalla muchos siglos atrás, en Asia sólo un milagro los puede salvar (se estima su población en 100 individuos), y África es su último recinto y tampoco les va muy bien. Suerte.
Cuando lo humano se sobrepone a la salvajada, no la desplaza sino la extermina.