ESBOZO DE UN NEGOCIO

Negocios se pueden hacer en cualquier lugar, en cualquier momento, sobre cualquier cosa y con cualquier persona; se presentan tan fugazmente como se despiden, y no olvidar el sentido común, básico, cualidad vital para lucrar es; igual que la información, infórmate ante todo y mantente informado. Por ejemplo: el que se mete en la industria del corte de cabello tiene asegurado que el cabello crece y siempre, además de sus estadísticas esenciales como la cantidad de población calva o en qué lugares se concentra la mayor cantidad de esta industria; por mencionar unas de las miles que deben haber. Por eso un negocio que no tiene pierde es la muerte, es inevitable, siempre va suceder; y cuando llegue, estar ahí para beneficiarse. Lo que le falta a este mercado defuncional es una empresa que se encargue de prestar servicios de plañidería, cuando alguien fallece la cantidad de llanto que se escucha es proporcional al amor que se le tenía; cuanto más lo lloran más lo quieren, y viceversa. Por lo tanto, si quieres que tu ser querido sea el más querido contrata a las plañideras, ellas derramaran lágrimas por doquier; para que al final tus invitados digan: “escuchaste cuanto lo lloraron, era muy querido”. Fundamentalmente al tratar de negocios, una mala idea y falta de creatividad puede desencadenar en un desastre; sin embargo, recuerda que también se pierde aunque ese no es el objetivo. En conclusión minimiza riesgos.

2 EXPRÉSATE:

Francisco

El negocio que lucra con la muerte es directamente proporcional al temor a la muerte.

Los dueños de estos negocios están conscientes de que sus clientes operan bajo un sistema de condicionamiento operante en la modalidad de reforzamiento negativo. A diferencia de la mayoría de los negocios, en donde, a cambio de un precio, les otorgan su recompensa (reforzamiento positivo), es decir, lo que compraron, aquí les retiran un estímulo aversivo: el temor a la muerte, a que el difutno no "vaya al cielo" por no recibir los ritos funerarios óptimos.

Es el mismo móvil y el mismo sistema para las compañías de seguros...la diferencia es el estímulo aversivo: el temor a los accidentes.

Saludos.

Juan Antonio González Romano

Pues este título tampoco es muy original que digamos...
Eso sí, la entrada es interesante. Empate a uno.
Un saludo.

 
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